El Peine del Viento es una de las obras más conocidas del escultor Eduardo Chillida y una de las más famosas en toda la ciudad. Se trata de un conjunto de esculturas construidas sobre una obra arquitectónica del arquitecto Luis Peña Ganchegui y que en su conjunto forman como decimos un paisaje muy característico de la ciudad. Sin duda una de las visitas obligadas en San Sebastián.
Historia del Peine del Viento
La obra fué construida en el año 1976, año en el que por cierto no se hizo ninguna inauguración y no fues hasta el año 2007 cuando el ayuntamiento quiso celebrar el 30 aniversario de la obra y rendirle un homenaje a Chillida y a toda su familia.
Se encuentra en un extremo de la playa de Ondarreta, justo en las faldas del monte Igueldo, siendo visible prácticamente desde toda la bahía de la Concha. El conjunto de la obra consta de 3 esculturas de acero con formas curvas. Están incrustadas en rocas y en contacto directo con el mar en una zona que las olas y el viento golpean con fuerza. La forma de peine retorcido que algunos ven en las esculturas junto con ese viento que suele azotar la zona dan el nombre a la obra.
Para la colocación de las pesadas esculturas, que llegaban a pesar hasta 10 toneladas cada una, Eduardo pidió la colaboración de la embajada americana para que le prestara sus helicópteros. Ante la negativa de la embajada para prestarselos Chillida acudió a José Elósegui, quien construyó un puente con raíles que se adentraba en el mar y permitía llegar hasta el lugar dónde se debían poner las obras.
Junto a la obra de Chillida se acondicionó la zona con un tunel subterraneo por el que entra el agua con fuerza cuando la marea alta está embravecida y expulsa unos chorros de agua hacia el cielo por unos agujeros habilitados para ello, lo que hace de la obra de Chillida no sólo una atracción visual para los más mayores sino que hasta los más pequeños disfrutan de ella.