![bodega restaurante Rekondo Bodega restaurante Rekondo](https://www.sansebastian.travel/wp-content/uploads/2011/10/bodega-restaurante-Rekondo.jpg)
El Rekondo, ese reconocido restaurante situado en la subida del monte Igueldo, ha sido reconocido esta semana por la revista Wine Spectator con el premio a uno de los restaurantes con la mejor bodega del mundo. La revista cumple 30 años y quería celebrarlo dando 5 premios a las mejores cartas de vinos del mundo. Uno de esos premios ha recaído en este pequeño pero reconocido restaurante, compartiendo el premio con otros 3 restaurantes de Nueva York y uno de Nueva Jersey, teniendo el prestigioso honor de ser el único de los 5 que no a recaído en un restaurante de Estados Unidos.
Lourdes cuenta la forma curiosa en la que los inspectores de la revista evaluaron su bodega: En primavera remitieron su carta de vino a la revista. Allá por mayo una pareja se presentó en el restaurante y pidió un vino de la carta. Al ver que se lo traían la pareja sacó una lista de 10 vinos y preguntó si los tenían todos, a lo que el somelier respondió que si, claro. Una vez oída su respuesta se presentaron como inspectores de Wine Spectator y pidieron ver la bodega. El inspector, tras quedar asombrado por los prestigiosos vinos que allí había y tras ir 4 días a comer pidió al fotógrafo de la revista que sacara decenas de fotos al restaurante, sus platos y cómo no, su bodega.
![Restaurante Rekondo Terraza del restaurante Rekondo](https://www.sansebastian.travel/wp-content/uploads/2011/10/Restaurante-Rekondo-300x151.jpg)
A finales de mayo recibieron una llamada de la revista confirmándoles que les daban el premio e invitándoles a su recogida en Nueva York, en una fiesta que tendrá lugar este mes de octubre. Lourdes tiene claro que asistirá a la entrega del premio mientras que su padre Txomin no lo tiene muy claro tras afirmar graciosamente que él no “pinta nada” entre tanta gente con smoking y pajarita.
De sidrería a restaurante
Corría el año 1964 cuando Txomin, influenciado por su amigo Manolo Muga, decidió empezar a llevar vino a aquella sidrería que a diario se acercaba la gente caminando para tomar algo a medio camino entre Igueldo o Lourdes Txiki. Poco a poco fue llevando cada vez más vino convirtiendo lo que era una sidrería en un restaurante de prestigioso reconocimiento.
Actualmente la bodega cuenta con más de 2.500 referencias y más de 100.000 botellas repartidas en unos 300 metros cuadrados.